Los oligoelementos son nutrientes esenciales que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para mantener su salud y funcionamiento óptimo. Estos elementos son importantes para una variedad de funciones corporales, incluido el metabolismo, la producción de energía, la formación de células y la protección de los tejidos.
Juegan un papel indispensable en el equilibrio metabólico ya que actúan como catalizadores de un gran número de reacciones orgánicas. Dicha función catalítica es fundamental para el correcto funcionamiento de los sistemas enzimáticos que contribuyen con las vías metabólicas que sostienen y aseguran la vida.
Algunos de los oligoelementos más importantes son el hierro, el zinc, el selenio, el cobre, el manganeso y el yodo. Cada uno de ellos tiene su propio conjunto de beneficios para la salud y se encuentra en una variedad de alimentos naturales, como frutas, verduras, carnes, pescados y productos lácteos.
En algunos casos, sin embargo, es posible que no obtengamos suficientes oligoelementos de nuestra dieta diaria, especialmente si seguimos una dieta restringida o si nuestro cuerpo tiene dificultades para absorber ciertos nutrientes. En tales casos, los suplementos de oligoelementos pueden ser útiles para asegurar que nuestro cuerpo reciba las cantidades necesarias de estos nutrientes importantes.
Por ponerte un ejemplo, el hierro es esencial para la producción de glóbulos rojos y la prevención de la anemia, mientras que el zinc es importante para la función inmunológica y la cicatrización de heridas. El selenio, por su parte, es un antioxidante que protege las células del daño y ayuda a prevenir enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades del corazón.
Sin embargo, es importante recordar que los suplementos de oligoelementos deben ser utilizados con precaución y bajo la supervisión de un profesional de la salud capacitado en suplementar con oligoelementos.
Existen varias razones por las cuales es posible que no obtengamos suficientes oligoelementos de nuestra dieta diaria, te los contaré a continuación, toma nota!!!
- Dieta restringida: Si seguimos una dieta restringida que limita el consumo de ciertos grupos de alimentos, como los productos cárnicos o lácteos, es posible que no estemos obteniendo suficientes oligoelementos de esos alimentos.
- Problemas de absorción: Algunas personas pueden tener problemas de absorción de ciertos oligoelementos debido a particulares estados de salud como la celíaca o la enfermedad de Crohn. Estas condiciones pueden afectar la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes de los alimentos, lo que puede provocar deficiencias de oligoelementos.
- Pérdida de nutrientes durante la cocción: Algunos oligoelementos se pierden durante la cocción de los alimentos. De ahí la importancia de incorporar alimentos crudos y variados, y priorizar formas de cocción más amables como el vapor, por ejemplo.
- Suelos empobrecidos: La calidad del suelo en el que se cultivan los alimentos también puede afectar su contenido de nutrientes. Si el suelo está empobrecido o ha sido tratado con fertilizantes y pesticidas químicos, es posible que los alimentos no contengan suficientes oligoelementos.
- Factores de estilo de vida: El consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo y el estrés crónico pueden afectar la absorción de oligoelementos y provocar deficiencias.
Es importante tener en cuenta que las deficiencias de oligoelementos pueden tener efectos negativos en la salud, y que es importante obtener nutrientes suficientes de una dieta equilibrada y variada. En algunos casos, los suplementos pueden ser necesarios para corregir las deficiencias, pero siempre deben ser utilizados bajo la supervisión de personal cualificado y en ningún caso sustituye ni un tratamiento médico ni una dieta equilibrada.
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