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Los 3 alimentos que más inflaman… y seguro tienes uno en la nevera ahora mismo

alimentos inflamatorios

¿Sabías que hay alimentos que, aunque estén en todas las casas, pueden estar provocándote inflamación crónica, fatiga, digestiones pesadas y hasta ansiedad?

Y lo peor… es que muchos vienen con etiquetas que dicen “light”, “natural” o “rico en fibra”.

Hoy te voy a contar cuáles son esos tres alimentos que más veo en consulta como detonantes silenciosos del malestar digestivo y metabólico. Te lo voy a explicar con evidencia científica, experiencia clínica, y también desde lo personal —porque, créeme, yo también caí en la trampa durante años.

Y además, al final del artículo te regalo una mini guía para desinflamarte en 5 días sin complicaciones, para que puedas empezar hoy mismo a transformar tu salud desde tu nevera.

🧯Pero antes, una advertencia:

Este artículo puede resultarte incómodo si tienes una relación emocional con algunos de estos alimentos. Y es completamente normal. La industria alimentaria se ha encargado durante décadas de hacernos creer que ciertos productos son inofensivos —o incluso saludables— cuando en realidad están llenando nuestras células de basura inflamatoria.

Así que abre la mente, respira hondo y sigue leyendo.


🥇 1. El fiambre de pavo o jamón “bajo en grasa”

Sí. El famoso “pavito” del desayuno. El que está en todas las dietas de gimnasio. El que aparece en miles de tuppers fit. Ese mismo.

El fiambre de pavo (incluso el que dice ser bajo en grasa y sin azúcar añadido) suele tener entre un 50% y un 70% de carne real. El resto: agua, almidones, proteínas hidrolizadas, estabilizantes, sal en exceso, nitritos y conservantes.

¿Qué provoca?

  • Inflamación intestinal: por los aditivos, especialmente los nitritos y emulsionantes.
  • Retención de líquidos: por la enorme cantidad de sodio.
  • Cansancio crónico: debido a su baja densidad nutricional. Alimenta poco, inflama mucho.

Y lo más grave: se ha relacionado el consumo frecuente de carnes procesadas con un mayor riesgo de cáncer colorrectal, según la OMS.

🧠 Tu cuerpo no necesita “pavo light” procesado. Necesita proteínas reales, con nutrientes de verdad.


🥈 2. El yogur desnatado con frutas (o el “activia” de la nevera)

Este es un clásico de las mujeres que quieren “cuidarse”. Lo comen pensando que están mimando su flora intestinal… pero la están agrediendo.

¿Por qué?

  • El yogur desnatado suele tener azúcares añadidos o edulcorantes artificiales.
  • La fruta “de sabor” es en realidad un puré procesado o aroma.
  • Y si tiene probióticos, suelen ser cepas poco efectivas y en cantidades mínimas.

🔬 Además, al quitarle la grasa natural de la leche, se pierde la saciedad y se altera la forma en que el cuerpo metaboliza el azúcar.

¿Resultado?

  • Pico de insulina.
  • Hambre a las dos horas.
  • Disbiosis intestinal (sobrecarga de bacterias que se alimentan del azúcar).

💡 Si quieres cuidar tu flora intestinal: opta por un yogur natural, entero (con grasa), sin azúcar, al que le puedes añadir tú misma semillas, fruta fresca o un poco de canela.


🥉 3. Las tortitas de arroz o maíz inflado

¡Sorpresa! Lo que parece la merienda sana perfecta… puede ser el enemigo silencioso de tu páncreas y tu barriga.

Sí, son bajas en calorías. Pero tienen un índice glucémico altísimo, lo que quiere decir que disparan tu glucosa y luego la bajan en picado. Resultado: fatiga, ansiedad por dulce, acumulación de grasa abdominal.

Y si encima las compras saborizadas (queso, chocolate, yogur), estás añadiendo aromas artificiales, glutamato monosódico y aceites vegetales refinados.

🧠 No se trata de contar calorías. Se trata de nutrir tus células.


😓 ¿Y por qué inflaman tanto?

La inflamación no es una enfermedad. Es una respuesta del cuerpo a algo que lo irrita o agrede.

Cuando comes estos alimentos, el sistema inmune interpreta que algo no va bien y activa mecanismos de defensa. Si lo haces una vez, no pasa nada. El problema es cuando lo haces todos los días durante años.

Eso lleva a lo que se llama inflamación de bajo grado, silenciosa, crónica, y relacionada con:

  • Fatiga constante.
  • Problemas de piel.
  • Dolor articular.
  • Estreñimiento o diarrea.
  • Ansiedad.
  • Subida de peso sin explicación.
  • Enfermedades autoinmunes.

🙋‍♀ Una historia real de consulta

Rosa, 38 años, venía agotada. Dormía mal, tenía digestiones lentas, y se le caía el pelo. Su desayuno era yogur con frutas “light” y tortitas de arroz con pavo. Literal.

Se lo cambié por huevos revueltos con verdura, batido verde con semillas y una infusión digestiva. A la semana ya me decía: “Marisa, siento que tengo un cuerpo nuevo”.

Y no hicimos nada radical. Solo quitamos los tres inflamatorios estrella y le dimos a su cuerpo nutrientes reales.


💚 Mi experiencia personal

Yo también creía que el yogur 0% y las tortitas de arroz eran lo más. Me acompañaban cada mañana durante años… hasta que mi sistema digestivo dijo basta. No era celíaca, no tenía intolerancias “graves”. Pero estaba hinchada, con gases, con fatiga y con un humor de perros.

Cuando empecé a entender cómo funciona de verdad el cuerpo humano, y me formé en salud natural y nutrición celular, dejé de seguir modas y empecé a escuchar a mi cuerpo.


📋 MINI GUÍA: Reto 5 días sin alimentos inflamatorios

🎯 Objetivo: Desinflamar tu cuerpo sin pasar hambre ni vivir a base de lechuga.

🛒 ALIMENTOS CLAVE

  • Verduras cocidas (calabacín, zanahoria, brócoli, espinaca).
  • Frutas bajas en azúcar (arándanos, manzana verde, granada).
  • Grasas buenas (aguacate, aceite de oliva, semillas).
  • Proteínas limpias (huevo ecológico, pescado azul, legumbres bien cocidas).
  • Infusiones digestivas (manzanilla, hinojo, jengibre).
  • Fermentos (kéfir de agua, chucrut sin pasteurizar).

📆 PLAN ORIENTATIVO

Día 1
Desayuno: batido verde con chía
Comida: ensalada tibia con lentejas y calabaza
Cena: crema de calabacín + huevo a la plancha

Día 2
Desayuno: porridge con manzana rallada y canela
Comida: arroz integral con verduras al curry
Cena: sopa de zanahoria + sardinas o tofu

Día 3
Desayuno: aguacate con huevo duro
Comida: ensalada de quinoa, rúcula y remolacha
Cena: caldo vegetal + patata al vapor con aceite de oliva

Día 4
Desayuno: yogur vegetal sin azúcar con semillas y fruta
Comida: wok de verduras y pollo (o garbanzos)
Cena: puré de calabaza + infusión relajante

Día 5
Desayuno: batido antioxidante (arándanos, espinaca, limón)
Comida: pescado al horno con ensalada templada
Cena: sopa miso con tofu y algas + chucrut


🧪 ¿Y si no sé por dónde empezar?

Si quieres ayuda personalizada, puedes pedirme por e-mail el Test Bionutricional gratuito. Lo completas online y te doy una devolución orientativa para saber qué está pasando en tu cuerpo y por dónde te conviene empezar.


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Todo esto (y mucho más) lo desarrollé en profundidad en mi libro Fortalece tu escudo interno, donde explico cómo mejorar tu inmunidad, digestión y energía a través de la alimentación y los hábitos diarios.

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🧠 CONCLUSIÓN

No hace falta vivir obsesionado con lo que comes, pero sí conviene despertar. Porque muchas veces el cuerpo grita lo que la mente se niega a ver.
Y si estás cansada, hinchada, con la energía por el suelo… no es normal. Es frecuente, pero no normal.
Y se puede revertir. Con pequeños pasos. Con decisiones conscientes. Y con alimentos que nutren, no que inflaman.

Actuá en verde. 🌱

Marisa Píttaro

Naturópata y Coach Nutricional.

APENB 2723